El síndrome de ovario poliquístico (SOP) es un trastorno endocrino y reproductivo caracterizado
por un exceso de hormonas que regulan las características masculinas (andrógenos) y la disfunción ovulatoria. Afecta aproximadamente al 6-20% de las mujeres premenopáusicas y se asocia con resistencia a la insulina, dislipidemia y adiposidad visceral (grasa que rodea órganos vitales como el hígado y los intestinos).
No existe un tratamiento universal para el SOP. Dado que el SOP afecta la salud endocrina,
reproductiva y, en última instancia, metabólica, el tratamiento se individualiza según las necesidades del paciente después de la terapia de primera línea que implica modificaciones en el estilo de vida, la dieta y / o el ejercicio. Sin embargo, más allá de la restricción energética, no existe consenso para pautas dietéticas específicas para el SOP, ya que la investigación es bastante escasa para esta afección común, aunque a menudo científicamente descuidada.
Las dietas de bajo índice glucémico (LGI) se centran en alimentos que tienen un efecto menor en losniveles de azúcar en sangre, aunque pueden incluir una cantidad considerable de carbohidratos.
La adherencia a tales dietas no solo puede beneficiar el control del azúcar en sangre, sino también diversas medidas de salud cardiovascular y metabólica en poblaciones sin SOP.
Los supuestos beneficios de las dietas LGI se superponen con la fisiopatología del SOP.
Por lo tanto, cómo estrategia fundamental, deberíamos tratar el SOP como un trastorno endocrino y reproductivo asociado con la desregulación metabólica. Por lo que basar una alimentación similar a la de un diabético, sin picos de glucosa constantes y con una base de cereales integrales y grasas saludables, junto a fuentes proteicas de calidad, parece la mejor estrategia nutricional para esta afección femenina.
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